Sacrilegio cívico, autorretrato de Gabriel Quadri

Foto: Gabriel Quadri

Arri­ba del mar­co las letras dora­das dicen ‘Láza­ro Cár­de­nas’. Deba­jo se apre­cia una puer­ta con el escu­do nacio­nal des­por­ti­lla­do. La puer­ta está cerra­da. Al pie de ella, dos per­so­nas y sus per­te­nen­cias des­can­san sobre un car­tón. Una cobi­ja ver­de, una bol­sa azul de plás­ti­co y una bote­lla de refres­co. Sacri­le­gio cívi­co. Uno duer­me y el otro se abra­za las pier­nas. El altar de la Patria y espa­cio públi­co emble­má­ti­co res­guar­da con rejas las lám­pa­ras que lo ilu­mi­nan, y de paso calien­tan un poco a quie­nes tie­nen ape­nas lo que lle­van pues­to, un car­tón, una cobi­ja ver­de y una bol­sa azul de plás­ti­co. Altar de la Patria, Monu­men­to a la Revo­lu­ción y Pla­za de la Repú­bli­ca, apro­pia­da por indi­gen­tes y con­ver­ti­da en pocil­ga. A nadie le impor­ta, a nadie le importan.

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