Una imagen con encabezado vale más que diez mil palabras

Dicen que una ima­gen vale más que mil pala­bras. Lo que no anti­ci­pó el publi­cis­ta que acu­ñó la fra­se es que una ima­gen acom­pa­ña­da de un pie que te diga qué estás vien­do, casi nun­ca será cues­tio­na­do. No con­si­de­ro que toda la cul­pa sea de nues­tro anal­fa­be­tis­mo infor­ma­cio­nal. Creo que inter­vie­ne un ras­go del kit de super­vi­ven­cia colec­ti­va huma­na: reac­cio­na­mos e imi­ta­mos las accio­nes que vemos. ¿Han vis­to los supues­tos ‘expe­ri­men­tos socia­les’ don­de se esce­ni­fi­ca el secues­tro de una actriz o se come­te algu­na injus­ti­cia con­tra algún actor? La soli­da­ri­dad o indi­fe­ren­cia de quie­nes son tes­ti­gos del expe­ri­men­to va a depen­der de las pri­me­ras reac­cio­nes que ellos per­ci­ban. Ese com­por­ta­mien­to colec­ti­vo lo trae­mos muy arrai­ga­do y pare­ce que nun­ca deja­mos de actuar como entes tri­ba­les. Ante una emer­gen­cia, el gru­po tie­ne que deci­dir ins­tan­tá­nea­men­te: ‘¿nos la juga­mos o corre­mos?’ Pare­ce que ese mis­mo meca­nis­mo se acti­va cuan­do nos pre­sen­tan un video o una ima­gen jun­to con una expli­ca­ción (cer­te­ra, ama­ña­da o fal­sa) de lo que esta­mos vien­do. Empa­ta­mos lo que dice la expli­ca­ción con la ima­gen, por la urgen­cia ances­tral comen­ta­da. Lo gra­ve es que hay mucha gen­te que tie­ne cla­ro este pro­ce­so y se está apro­ve­chan­do de ello.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *