Al garabiya

Al micró­fono, Alfon­so Dura­zo, en oca­sión de una irrup­ción del que fue casi un Esta­do para­le­lo y cuya fron­te­ra con el Esta­do for­mal no siem­pre fue níti­da, por más que fren­te a los reflec­to­res se afir­ma­ra vehe­men­te lo con­tra­rio. El micró­fono regis­tra el ati­bo­rra­mien­to de la voz del secre­ta­rio de segu­ri­dad ciu­da­da­na debi­do a que por­ta un cubre­bo­cas con leyen­da ‘N95’, estam­pa de la pan­de­mia coro­na­vi­ral. Tam­bién se regis­tra la alga­ra­bía colin­dan­te: gri­tos y cla­xo­na­zos de una resis­ten­cia que se ha mon­ta­do (auto­mó­vi­les de por medio) en la coyun­tu­ra pan­dé­mi­ca y de la ten­ta­ti­va de mag­ni­ci­dio para hacer­se pre­sen­te como rui­do de fondo.

Café Victoria

En la colo­nia Moder­na tene­mos buen café. Hay al menos tres pro­vee­do­res, cafe­te­rías y tos­ta­do­ras con una varie­dad intere­san­te de grano. Pen­san­do en la situa­ción actual de la cua­ren­te­na por el coro­na­vi­rus, y sobre todo en lo que se vie­ne, qui­se explo­rar más alter­na­ti­vas. Me intere­sa no sólo un café de cali­dad o de espe­cia­li­dad con comer­cio jus­to con los pro­duc­to­res, sino que sea equi­ta­ti­vo tam­bién con sus tra­ba­ja­do­res. Fue así que di con el Café Vic­to­ria. Me lla­mó la aten­ción la varie­dad de café de Chia­pas con el bene­fi­cio (así le lla­man al pro­ce­so con el cual des­nu­dan el fru­to del café y lo dejan lis­to para tos­tar­se) red honey. Con esta téc­ni­ca, lue­go de que se le qui­ta la pul­pa al fru­to del café, se le deja la capa melo­sa de mucí­la­go que envuel­ve el grano, y así es como se pone a secar. Bus­can­do cómo con­tac­tar en línea al Café Vic­to­ria, encon­tré la his­to­ria de esta coope­ra­ti­va, mis­ma que me con­ven­ció para con­tac­tar­les por su pági­na de face­book. Aun­que ellos están en el cen­tro de Tlal­pan, no tuvie­ron pro­ble­ma con hacer la entre­ga has­ta mi casa. Pun­tos extras tuvo el hecho de que el repar­ti­dor lle­ga­ra en bicicleta.

El café fue fan­tás­ti­co y por ello estoy redac­tan­do este bre­ve rela­to. Ya lo pro­bé ame­ri­cano con cafe­te­ra de fil­tro de metal, y exprés con gre­ca ita­lia­na. El cuer­po es den­so y agra­da­ble, el sabor áci­do dul­zón muy ale­gre y vigo­ri­zan­te. Reco­mien­do mucho esta varie­dad y a la coope­ra­ti­va. Voy a ter­mi­nar pidien­do todas sus variedades.

Para contactarlos

Face­book: facebook.com/Cafevictoriacooperativa/
Goo­gle Maps: goo.gl/maps/U1LHGsDbnodWLfsG7

¿Quieres ser el principio del final de alguien?

Me dan mis cálcu­los por­que aca­bo de regre­sar de esquiar de Den­ver”. Le pre­gun­tan a Ele­na por sus sín­to­mas y al enu­me­rar­los inclu­ye el abu­rri­mien­to. El video des­cri­be no sólo un per­fil per­so­nal, sino has­ta de cla­se. Apar­te, se evi­den­cia que hay labo­ra­to­rios lucran­do con las prue­bas (6 a 9 mil pesos por prue­ba). Al menos pare­ce que sí se les noti­fi­có a las auto­ri­da­des para el segui­mien­to. Con­tra­rio a lo que dice la ami­ga que gra­ba el video, no es que a Ele­na le haya toca­do al prin­ci­pio: ella fue par­te del prin­ci­pio. La insen­sa­tez lle­va­da a la imbe­ci­li­dad. Se ha dicho muchas veces que bue­na par­te de noso­tros aca­ba­re­mos con­ta­gia­dos, pero lo impor­tan­te es la velo­ci­dad del con­ta­gio. Eso sig­ni­fi­ca­rá que los que pre­sen­ten los sín­to­mas más gra­ves pue­dan acce­der a la aten­ción médi­ca necesaria.