coronavirus

Café Victoria

En la colo­nia Moder­na tene­mos buen café. Hay al menos tres pro­vee­do­res, cafe­te­rías y tos­ta­do­ras con una varie­dad intere­san­te de grano. Pen­san­do en la situa­ción actual de la cua­ren­te­na por el coro­na­vi­rus, y sobre todo en lo que se vie­ne, qui­se explo­rar más alter­na­ti­vas. Me intere­sa no sólo un café de cali­dad o de espe­cia­li­dad con comer­cio jus­to con los pro­duc­to­res, sino que sea equi­ta­ti­vo tam­bién con sus tra­ba­ja­do­res. Fue así que di con el Café Vic­to­ria. Me lla­mó la aten­ción la varie­dad de café de Chia­pas con el bene­fi­cio (así le lla­man al pro­ce­so con el cual des­nu­dan el fru­to del café y lo dejan lis­to para tos­tar­se) red honey. Con esta téc­ni­ca, lue­go de que se le qui­ta la pul­pa al fru­to del café, se le deja la capa melo­sa de mucí­la­go que envuel­ve el grano, y así es como se pone a secar. Bus­can­do cómo con­tac­tar en línea al Café Vic­to­ria, encon­tré la his­to­ria de esta coope­ra­ti­va, mis­ma que me con­ven­ció para con­tac­tar­les por su pági­na de face­book. Aun­que ellos están en el cen­tro de Tlal­pan, no tuvie­ron pro­ble­ma con hacer la entre­ga has­ta mi casa. Pun­tos extras tuvo el hecho de que el repar­ti­dor lle­ga­ra en bicicleta.

El café fue fan­tás­ti­co y por ello estoy redac­tan­do este bre­ve rela­to. Ya lo pro­bé ame­ri­cano con cafe­te­ra de fil­tro de metal, y exprés con gre­ca ita­lia­na. El cuer­po es den­so y agra­da­ble, el sabor áci­do dul­zón muy ale­gre y vigo­ri­zan­te. Reco­mien­do mucho esta varie­dad y a la coope­ra­ti­va. Voy a ter­mi­nar pidien­do todas sus variedades.

Para contactarlos

Face­book: facebook.com/Cafevictoriacooperativa/
Goo­gle Maps: goo.gl/maps/U1LHGsDbnodWLfsG7

¿Quieres ser el principio del final de alguien?

Me dan mis cálcu­los por­que aca­bo de regre­sar de esquiar de Den­ver”. Le pre­gun­tan a Ele­na por sus sín­to­mas y al enu­me­rar­los inclu­ye el abu­rri­mien­to. El video des­cri­be no sólo un per­fil per­so­nal, sino has­ta de cla­se. Apar­te, se evi­den­cia que hay labo­ra­to­rios lucran­do con las prue­bas (6 a 9 mil pesos por prue­ba). Al menos pare­ce que sí se les noti­fi­có a las auto­ri­da­des para el segui­mien­to. Con­tra­rio a lo que dice la ami­ga que gra­ba el video, no es que a Ele­na le haya toca­do al prin­ci­pio: ella fue par­te del prin­ci­pio. La insen­sa­tez lle­va­da a la imbe­ci­li­dad. Se ha dicho muchas veces que bue­na par­te de noso­tros aca­ba­re­mos con­ta­gia­dos, pero lo impor­tan­te es la velo­ci­dad del con­ta­gio. Eso sig­ni­fi­ca­rá que los que pre­sen­ten los sín­to­mas más gra­ves pue­dan acce­der a la aten­ción médi­ca necesaria.

Amenaza coronaviral enflaquece a reporteros

Foto: Dr. Peter Redecker

Vi la con­fe­ren­cia de pren­sa dia­ria en la que se comen­ta el asun­to del Coro­na­vi­rus. Resul­ta las­ti­mo­so ver el per­fil de los repor­te­ros que cubren la fuen­te: sin ofi­cio perio­dís­ti­co o capa­ci­dad de reten­ción, se les difi­cul­ta arti­cu­lar pre­gun­tas con­cre­tas, no cuen­tan con cono­ci­mien­tos pre­vios sobre el tema, etc. Creo que es el caso de los repor­te­ros en gene­ral. Como el nego­cio en los medios de comu­ni­ca­ción no esta­ba en la cober­tu­ra de noti­cias, no había nece­si­dad de tener bue­nos per­fi­les inda­gan­do o hacien­do pre­gun­tas. Qui­zás no se per­ci­ba la gra­ve­dad de estas caren­cias pues muchos no se han dado cuen­ta que ya casi no hay hechos y rela­tos pun­tua­les en lo que segui­mos lla­man­do infor­ma­ción. El día a día de mucha gen­te no deja tiem­po o ham­bre de com­pren­der las reali­da­des más pró­xi­mas y las más aje­nas, que para ello sir­ve infor­mar­se. Hoy se pre­ci­sa más un espe­jeo que vali­de los pro­pios pre­jui­cios, pos­tu­ras o iner­cias. A eso se debe que los pocos repor­te­ros que pue­den redac­tar una nota perio­dís­ti­ca con algu­na sol­ven­cia aca­ben sien­do piso­tea­dos por sus ofi­ci­nas de redac­ción cuan­do les titu­lan la nota de una for­ma ama­ri­llis­ta. Así se ase­gu­ra que ‘el con­te­ni­do’ ten­drá mayor engan­che, likes, men­ta­das y mayo­res pro­ba­bi­li­da­des de vol­ver­se viral, como la cober­tu­ra del coro­na­vi­rus, que aca­ba­rá sien­do más viral que el virus mismo.