Miguel Layún, las Chivas y la villamelonía
Miguel Layún anotó 4 goles en un partido. No hace mucho la villamelonía aficionada en su equipo lo hacía llorar cada semana y casi lo convencen de ser un tronco apestado de mala suerte. Felizmente para el América y para Layún la villamelonía no impuso su opinión. Miguel y su equipo están escribiendo historias que sus aficionados recordarán con nostalgia en años siguientes. Con el Guadalajara pasa lo contrario. Su afición implacable dejó de apoyar a su equipo, y ahora lo mira hundirse. La afición de las Chivas en Guadalajara es cómplice del villamelón que compró el equipo: juntos han reventado a muchos futbolistas jóvenes y entrenadores, juntos miran orondos el abismo, la grada vacía y los ojos huecos del de al lado.