Se la pelaron (al Osito Bergas)
Suele haber cierta comprensión o empatía por aquél que viola una ley injusta o arbitraria. Dado que la existencia de cualquier norma implica que se han concedido derechos particulares en aras de un bien común, cuando esa negociación de derechos no es equitativa, o sus beneficios colectivos no son claros, un acto de rebeldía puede desenmascararla. Al mismo tiempo, si el acto de rebeldía resulta injustificado, el rebelde puede quedar como un individualista o un mezquino. De esos, hay quienes se han acostumbrado tanto a hacer su voluntad que han perdido de vista el acto de rebelión original que los llevó a dejar de observar una norma. En ellos, ya no hay reflexión o rebate, sólo la inercia de hacer su voluntad, siempre y ante quien sea. Se convierten en algo más que voluntariosos empedernidos, en un Don Vergas hecho y derecho. Porque si para el rey, su palabra es (la) ley, para Don Vergas palabra que todos se la pelan. Don Vergas pela diente cuando añade: ‘y con los dientes’.
Cuando el osito Bimbo se apareció en las servilletas Pétalo (de Kimberly-Clark), muchos (fieles o no del pan) reconocieron el milagro con expresiones y memes alrededor de la idea de que el gobierno se la había pelado (a Bimbo, Servitje o equis). ¿Se impuso el osito con un oso pírrico al estilo José Alfredo? ¿Es de verdad el gobierno quien se la pela a Don Bimbo? El cariño de siempre es la comorbilidad de 84 millones de mexicanos con sobrepeso.