El miedo es todos los dolores, o el más celoso

Un poco ansio­so, sabien­do de lo que se tra­ta­ba me sen­té en el sue­lo para bus­car foto­gra­fías para digi­ta­li­zar. Via­jar en lo retra­ta­do en las hojas de con­tac­to me lle­vó a vivir el dolor de las son­ri­sas plas­ma­das, el rece­lo real, el cora­je. Enton­ces pen­sé en la poe­sía y mi expre­sión vital. No hay inten­si­dad en lo que hago y entien­do la razón. Una suer­te de núcleo comien­za a mover­se des­de aden­tro, revo­lu­cio­nán­do­se y rugien­do sin que due­la más que en los ojos, pero hace rui­do y ten­go que que­jar­me en voz alta, mal­di­go momen­tos y per­so­nas y sobre todo pre­sen­tes. Ten­go fra­ses en la len­gua y no pue­do sol­tar­las, sería como dejar las vís­ce­ras sobre una pie­dra sucia, lle­na de pol­vo y sol. Pero los intes­ti­nos y los órga­nos ape­nas los pue­do dete­ner con las manos, se están salien­do como si me hubie­sen cor­na­do el abdo­men. Y enton­ces el cuer­po ansía, comien­za a tem­blar pues no hay cómo con­te­ner quién sabe qué cosa que due­le y no se pue­de per­mi­tir que sal­ga. No sale y se tiem­bla más y más fuer­te, pare­ce ansie­dad, todo se vuel­ve errá­ti­co, incier­to, sin inte­rés. Mien­tras cre­ce una angus­tia por saber que la per­cep­ción cam­bia y los sen­ti­dos se rela­jan, como que­rer des­ma­yar­se pero dife­ren­te. Hay cosas que muer­den al tomar­las con las manos. …

Limpiar el polvo

Ima­gi­nar con toda pasión y luci­dez la muer­te. Inter­nar­se gra­dual­men­te en el cese abso­lu­to, en el fin de la his­to­ria. Tener un atis­bo pal­pa­ble de no res­pi­rar, no per­ci­bir, no hacer, ter­mi­nar­se. Sue­ño lúci­do espon­tá­neo que no es sue­ño y tam­po­co es ima­gi­na­ción pro­pia del esta­do de vigi­lia. Visi­ta guia­da por invitación. …

Pozo de lágrimas

This late age of the worl­d’s expe­rien­ce had bred in them all, all men and women, a well of tears. Tears and sorrows; coura­ge and endu­ran­ce; a per­fectly upright and stoi­cal bearing.”

Esta tar­día era en la expe­rien­cia del mun­do ha cria­do en todos ellos, todos hom­bres y muje­res, un pozo de lágri­mas. Lágri­mas y pesa­res; valen­tía y resis­ten­cia; un sopor­tar cabal y estóico.”

(Vir­gi­nia Woolf – Mrs. Dalloway)

Lle­var a cues­tas las lágri­mas de los deu­dos de todas las gue­rras del siglo vein­te. Como las cifras de acae­ci­dos en la gue­rra con­tra el nar­co­trá­fi­co. Cada cifra no es sola­men­te un muer­to sino un cúmu­lo de lágri­mas de sus deu­dos: los fami­lia­res, los hijos, los padres, los veci­nos, cada madre que sollo­za cada noche por no haber teni­do la opor­tu­ni­dad de tener una tum­ba don­de des­plo­mar­se y berrear sin con­sue­lo, con gri­tos, con rabia inagotable.

Compro acciones

Compro acciones

Palin­dró­mi­co dro­me­da­rio que lo nom­bra con tac­to col­gan­do un cal­zón del alam­bre. Acción que com­pra. Mejor mejo­ra mejo­ral. Suck it. El cal­zón se ha seca­do. Beni­to com­pra amor. Chin, ya lo dijiste.